Es sorprendente como los dientes de leche de estos niños se han podrido.
Parece una epidemia de niños pequeños con sus dientes de leches podridos pero no, no es algo que se contagia, es descuido de sus padres.
Esto es culpa de el exceso de azúcar que ingieren los niños desde tan corta edad, el exceso de refresco, dulces, chucherías, comidas chatarras, etc. Más el descuido de sus padres con el cuidado de la limpieza de sus dientes, un bebé pequeño no sabe lo que le es bueno y lo que no, además los hábitos de limpieza tienen que inculcarlo los padres.
Es conmovedor la cantidad de niños que empezando su vida ya tienen sus dientes podridos desde la raíz, hay que ponerle atención a esto y nadie más indicado que sus propios padres para hacerlo, en su defecto, la persona que los cuide.
Los padres tienen que evitar el exceso de dulce en sus bebés, no saben el daño que le hacen al permitir esto desde tan jóvenes.
Si le colocas una bebida más saludable en un vaso que sea entretenido para ellos se lo tomaran sin darse cuenta, hay que buscar la manera. Es mejor evitar que un bebé pruebe refrescos y que los dulce los coma con total supervisión y en poca cantidad.
La tarea no es tan difícil, padres. Es por el bienestar de tu bebé, el exceso de azúcar no solo puede reflejarse en sus dientes, puede también generar enfermedades como la diabetes, si de verdad amas a tu hijo enséñale a por lo menos cepillarse una vez al día o después de cada alimento dulce.
Las frutas son muchos más saludables, también preparadas con baja dosis de azúcar. No dejes que tu hijo sea parte de esta gran cantidad de niños con dientes podridos.